El ojo acromático: Joel Meyerowitz (2). En color.

“Creo que las fotografías son como un ser lleno o vacío, y no lleno en términos de los elementos que haya en ellas como árboles, paisajes o edificios, sino llenos de emociones, energía, descubrimientos y riesgos, y siempre se debe dejar espacio suficiente para que alguien más, el espectador, se meta en la imagen.”

Joel Meyerowitz

Tras dedicar el anterior post a la más que interesante obra temprana de Joel Meyerowitz (New York 1938) en blanco y negro, no está de más añadir una segunda parte sobre su obra en color, aunque este blog se dedique fundamentalmente al B&W. Y es que Meyerowitz, más allá de sus fotografías monocromáticas callejeras de un principio, está reconocido hoy en día como uno de los maestros y teóricos que tuvieron un papel primordial en los albores de la fotografía en color, esto es en el cambio de actitud de la critica y público que hasta los años 60 consideraba que la fotografía "seria" debía ser en blanco y negro, mientras que el color no pasaba de ser un fenómeno comercial carente de interés artístico. Dicho de otra forma la fotografía en color no era tomada en consideración por el mundo artístico y fueron solo unos pocos visionarios los que con su trabajo consiguieron cambiar esta situación: Paul Outerbridge, William Eggleston, Ernst Hass, Saul Leiter... Y por supuesto, Joel Meyerowitz.

Maestro destacado de la street photography, Joel Meyerowitz alternó en un principio el blanco y negro y el color y tras una década combinando las dos opciones, en 1972 abandonó definitivamente el blanco y negro. Desde entonces ha simultaneado distintos géneros en su trabajo, demostrando una gran versatilidad y variedad en su obra, que abarca prácticamente todos los formatos y temáticas, que afronta trabajando preferentemente por series. Ha publicado durante su ya medio siglo largo de carrera profesional más de veinte libros que recogen estas series dedicadas a las calles de Nueva York y otras ciudades como Paris, al paisaje urbano, la playa, retratos de bañistas, un monográfico sobre retratos de pelirrojas, bucólicos paisajes de corte neo-impresionista... un abanico de lo más amplio como se puede comprobar, en el que el denominador común es la calidad excepcional y una inapreciable dosis de experimentación que lo han convertido en un pionero tardío de la fotografía contemporánea. La edición original de Cape Light, del año 1979 (hay una segunda parte de 2002), está considerada como una obra crucial para la evolución de la fotografía en color contemporánea. Por otra parte la impronta de sus paisajes urbanos y de sus retratos femeninos, en los que la sensación de soledad es protagonista, se percibe inconfundiblemente en la obra de otros grandes fotógrafos del momento actual, como por ejemplo Todd Hido.

Les dejo como siempre una selección que no pretende ser sino una incitación a que investiguen y busquen más imágenes de Meyerowitz. Tanto en las librerías como en la Red las hay en abundancia y su calidad nunca defrauda, todas están llenas de emociones, descubrimientos y riesgos como dice la cita que encabeza el post y en todas encontramos un hueco en el que arrellanarnos como espectador, algo que siempre reconforta... ¿no creen ustedes?. Buen domingo amigos.