domingo, 6 de marzo de 2016

Ruth Bernhard, reverencia atemporal.


"La mujer ha sido objeto de muchas cosas sórdidas y baratas, sobre todo en la fotografía. Mi misión ha sido elevar y fomentar la imagen de la mujer con una reverencia atemporal".

Ruth Bernhard
Ruth Bernhard nació en Berlín en 1905. Sus padres, Lucian y Gertrud, se divorciaron cuando ella tenía dos años tras lo cual quedó bajo la custodia de su padre quien, como prominente diseñador gráfico y tipógrafo que era (la fuente Bernhard es famosa aún en nuestros días), influiría notablemente en las inclinaciones artísticas de su hija. Así que Ruth estudió diseño en la Academia de Bellas Artes de Berlín hasta 1927 cuando emigró con su padre a Nueva York donde en un principio se esforzó por iniciar una carrera como diseñadora gráfica. Trabajó un tiempo como asistente de Ralph Steiner en "Delineator Magazine", si bien pronto se dió cuenta que ese no era su camino siendo finalmente despedida de su puesto por "falta de rendimiento". Con el dinero que la revista le pagó como indemnización Ruth compró un equipo fotográfico y comenzó a realizar fotografía publicitaria y comercial. Hasta que en 1935 conoció por casualidad a Edward Weston en Santa Mónica, California y se sintió tan profundamente conmovida por su trabajo que como en una revelación comprendió de golpe el profundo potencial creativo de la fotografía y sus implicaciones artísticas. Deseando trabajar con Weston se trasladó a la costa oeste donde fue durante años su discípula y comenzó a especializarse en la fotografía de estudio de muy meditadas composiciones, especialmente de desnudos femeninos. En 1953, se trasladó a San Francisco y se integró en el Group f/64 en el que además de Weston figuraban Ansel Adams, Imogen Cunningham, Dorothea Lange, Minor White y Wynn Bullock.  Su trabajo se puede encontrar hoy en la mayoría de las principales colecciones de museos en todo el mundo, incluyendo el George Eastman House, Museo de Arte Moderno de Nueva York, el Museo Metropolitano de Arte y la Biblioteca Nacional de París. Sus fotografías se han expuesto internacionalmente en importantes exposiciones durante más de cincuenta años, y ha sido ampliamente publicada. En 1986, Fotografía West publicó una monografía homenaje a sus desnudos titulada "El cuerpo eterno" que recibió un premio como libro de fotografía del año y confirmo el amplio reconocimiento a Bernhard como la fotógrafa inconfundible de los desnudos femeninos, cobrando progresivamente un prestigio que terminará por hacerle un hueco entre los grandes fotógrafos del siglo XX. 

Lo más destacado de la obra de Ruth Bernhard es la forma en que potencia la silueta y los volúmenes del cuerpo desnudo de la mujer con la fuerza expresiva del blanco y negro y con fuertes contrastes de luz y sombra. Durante toda su larga carrera (vivió hasta los 101 años) derrocho sensibilidad y elegancia junto a una gran precisión en los detalles y un purismo casi abstracto en las formas, aprendidos sin duda de su maestro Weston. Tanto le obsesionaba la perfección compositiva que llegaba a realizar una sola fotografía desde un ángulo concreto, después de recrear minuciosamente una composición, a veces durante días. Ella lo explicaba así: "Mi búsqueda, a través de la magia de la luz y la sombra, es aislar, simplificar y dar énfasis a la forma con la mayor claridad. Mi objetivo es indicar la proporción ideal y revelar la masa escultural y el espíritu dominante". Y todo esto centrándose siempre en los desnudos femeninos, porque como ella decía: "Si he elegido la forma femenina en particular es porque la belleza ha sido degradada y explotada en nuestro sensual siglo XX. La mujer ha sido objeto de muchas cosas sórdidas y baratas, sobre todo en la fotografía. Mi misión ha sido elevar y fomentar la imagen de la mujer con una reverencia atemporal." (Ruth Bernhard: Between Art and Life, Margaretta K. Mitchell, 2000)

Folding. Ruth Bernhard 1962. 
Classic Torso.  Ruth Bernhard 1952. 
Wet Silk.  Ruth Bernhard 1938. 
Two formas. Ruth Bernhard, 1963.
Caderas. Ruth Bernhard 1975.
Angles. Ruth Bernhard 1969.
Perspectiva II. Ruth Bernhard 1967
Spanish dancer. Ruth Bernhard, 1971.
Ruth Bernhard 1969.
In the box, vertical. Ruth Bernhard 1962.

Ruth Bernhard, n.d.

Ruth Bernhard . En la piscina, 1951.

Ruth Bernhard. Transparente, 1968.


Ruth Bernhard fotografiada por Edward Weston en 1935.






2 comentarios:

Anónimo dijo...

Desde luego, si Ruth Bernhard pretendía ensalzar la belleza del cuerpo de la mujer, lo consiguió absolutamente. Después de ver las imágenes se tiene la sensación de que el cuerpo femenino debería engrosar la lista de las Bellas Artes (El Octavo Arte).
Las fotografías me parecen el perfecto equilibrio en alguna balanza donde se hubiera medido escrupulosamente el peso de las luces y las sombras, las curvas y las rectas, los blancos y los negros. Son pura armonía. Hay una precisión en ellas que revelan detrás del objetivo a una persona extraordinaria y obsesivamente perfeccionista.

Voy a pintar al pastel alguna de estas fotografías que me han gustado tanto. ¡Y a ver qué sale…! Después de todo, los ratones también tenemos unas inquietudes artísticas que no todos los humanos están dispuestos a reconocer…

Un saludo, Jesús, (descuida, daré tus recuerdos a Pixie).

Dixie.

Jesus Risueño dijo...

Pues ánimo con esos pasteles, aunque si me aceptas un consejo para roedores yo no abusaría del color :)
Saludos.