tag:blogger.com,1999:blog-1770209063499125444.post1345598281933788149..comments2022-03-19T12:00:59.560+01:00Comments on El ojo acromático: Los retratos de Man Ray: un dadá tras la cámara.Unknownnoreply@blogger.comBlogger2125tag:blogger.com,1999:blog-1770209063499125444.post-30348859389992702772015-12-13T22:46:26.447+01:002015-12-13T22:46:26.447+01:00Gracias por decir que mis post son una invitación ...Gracias por decir que mis post son una invitación a seguir descubriendo, si consigo eso aunque solo sea un poquito créame que me doy por contento.<br />Los retratos de Man Ray, que fueron muchos, son en ocasiones geniales y en otras simplemente interesantes por el personaje que retratan. El de Dora Maar es de los mejores y puestos a confesarse mi favorito es el de Mereth Oppenheimer apoyada sobre el volante del tórculo con el brazo manchado de tinta de estampar... una maravilla.<br />Si me admite un último consejo tampoco se deje deslumbrar por Marcel Duchamp, era un snob muy muy sobrevalorado.<br />Un saludo afectuoso.Jesus Risueñohttps://www.blogger.com/profile/10438739509366753489noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-1770209063499125444.post-7638970007874931662015-12-11T19:19:22.872+01:002015-12-11T19:19:22.872+01:00Un espectáculo todos y cada uno de los retratos de...Un espectáculo todos y cada uno de los retratos de este artista. Desde luego, producto de un ser extraordinario asomándose al objetivo. Una mirada única. No hay ninguno de ellos que no provoque una reacción emocional inmediata. El retrato de Dora Maar, me deja en estado de sock (tambaleante ratoncillo al borde del paroxismo). Pero lo mejor de todo, profesor, es que sus posts son siempre una invitación a seguir descubriendo. Así que, un ser tan curioso como yo, se ha visto impelido a investigar qué era eso de la solarización y la rayografía, y así, zascandileando más tiempo por su blog, me he encontrado con otra fotografía solarizada en su entrada de Edwuard Weston y su “Nude, 1927”. Y entonces, me he sentido orgulloso (vanitas vanitatis) de haber sido capaz de asimilar e identificar en mi pequeño cerebro un concepto que desconocía por completo, al ser yo lego en todo lo concerniente a los ojos acromáticos.<br />Y no conforme con esa conquista intelectual, me he dado un pequeño paseo por el movimiento dadaísta, haciendo interesantes correlaciones con el contenido del museo del que el otro día le hablaba yo a usted y que no es otro que el de la Fundación Antonio Pérez (Antonio nació en el 34), que si mal no recuerdo, estuvo afincado en París muchos años y cuando regresó a Cuenca su corazón llevaba un pequeño letrero que decía: Soy dadaísta (y una variante en francés: Je t’aime dadá). En fin, que cuando me he dado cuenta y entre una cosa y otra y un ir y venir de acá para allá, estaba contemplando con inusitado asombro la obra de Marcel Duchamp titulada “La novia desnudada por sus solteros” (¡Ave María, cómo están las cabezas!), y es aquí, justo en este punto, cuando me he dado cuenta de que yo ya había amortizado con creces la lectura de su post y que tampoco era cuestión de sobrecalentar en demasía el chirumen, así que me he vuelto a mi ratonera a mordisquear con indolencia de sabio unos quesitos y a escribir mi pequeña crónica. Le reitero mi agradecimiento y admiración, y cuando usted quiera le hago partícipe de unas tapas de queso y también de unas tapas de libro que he encontrado por ahí y que no están nada mal.<br />Hasta otro día, señor mío. Cuídese. <br />Dixie.<br />Anonymousnoreply@blogger.com